lunes

El Pablo Escobar Congresista

Descripcion del periodista Gonzalo Guillen, quien tuvo la oportunidad de viajar hacia España con Pablo Escobar Gaviria quien iba en calidad de invitado a los comicios de 1982.


Conocí a Pablo Escobar Gaviria en el otoño de 1982, volando a Madrid, España, en la estancia VIP del segundo piso del primer avión jumbo, Boeing 747, que tuvo Avianca. Él acudía como invitado especial a presenciar las elecciones que le dieron el triunfo por mayoría absoluta al carismático sevillano, licenciado en derecho, Felipe González, secretario general del Partido Socialista Obrero Español (Psoe), quien habría de gobernar a España hasta 1996 en el que, para muchos, es uno de los períodos más prósperos vividos por ese país durante su historia contemporánea.

La cabina VIP entonces no tenía sillas de viaje sino mesas para comer y una barra de bar, sentado a la cual charlé generalidades durante horas con aquel hombre de hablar chocarrero antioqueño, mirada ladina, zapatos tenis, jeans y camisa de seda con estampados molestamente llamativos. Era extravagante que aquel individuo ordinario con porte de bribón viajara en una comitiva oficial.

Llevaba en la muñeca del brazo izquierdo un reloj de doble tablero con 24 diamantes que representaban las horas en ambos: 12 en uno y 12 en otro.

"Es para tener la hora de Colombia y de España"- comentó Escobar mientras verificaba la diferencia horaria dentro del avión que había levantado vuelo en Bogotá a las 6 de la tarde y volaba a través de la noche hacia San Juan de Puerto Rico para una escala técnica. De allí iría derecho a España.

Me dijo que trabajaba en el Congreso con "el doctor (Alberto) Santofimio", un senador que en ese momento roncaba en su silla de primera clase y que por entonces se abría campo a grandes pasos en la política colombiana, apoyado en su astucia y su rara capacidad para perorar y perorar durante horas sin decir nada en concreto.


Comisión judicial afirma que Pablo Escobar pagó US$2 millones por toma del Palacio de Justicia de Colombia en 1985

15 de noviembre de 2006

Bogotá, Colombia – Un año después de haberse conformado, la llamada Comisión de la Verdad entregó este martes (14) su informe sobre la cruenta toma del Palacio de Justicia de Bogotá, perpetrada por la guerrilla del M-19 el 6 y 7 de noviembre de 1985, hecho que dejó como saldo 55 muertos, entre ellos 11 magistrados de la Corte Suprema, y 10 desaparecidos, además de la destrucción parcial del edificio. El informe fue divulgado el miércoles (15).

Los ex magistrados de la Corte Suprema José Roberto Herrera, Jorge Aníbal Gómez y Nilson Pinilla, quienes integran la Comisión, encontraron con base en la información recopilada que el extinto capo del narcotráfico Pablo Escobar les pagó US$2 millones a los guerrilleros del M-19 por tomarse el Palacio, con el fin de presionar a los juristas de la Sala Constitucional que debatían la aprobación de la extradición. El M-19 fue declarado por la Comisión "primer responsable" del holocausto. Los otros dos responsables son el entonces presidente Belisario Betancur y el Ejército de Colombia.

Añadieron que existen indicios de torturas y otras violaciones a los derechos humanos tanto por parte de los guerrilleros, que murieron todos, como de las Fuerzas Militares, que al mando del coronel Alfonso Plazas Vega ejecutaron una violenta retoma y quienes, a juicio de la Comisión, no diseñaron un plan que respetara las vidas de los secuestrados y, por el contrario, al parecer torturaron y mataron a algunas personas que salieron con vida del Palacio. En el informe se dice que "hubo indiferencia por parte de las autoridades que no escucharon el clamor de las víctimas para que se diera el cese al fuego". "El operativo fue tan intrépido como torpe", sostiene la Comisión.

También afirma la Comisión que el presidente Betancur, al decidir no negociar con los insurgentes, a pesar de las súplicas telefónicas del inmolado presidente del tribunal Alfonso Reyes Echandía, se convirtió en un "espectador más" de los hechos, carente de liderazgo y de poder. Los magistrados instaron a los comandantes militares de la época a pedir perdón al país y a entregar toda la información acerca de hechos no aclarados, como el caso de los desaparecidos. Echandía y otros dos magistrados murieron por balas disparadas por los militares, según la Comisión.

El magistrado Herrera confirmó las desapariciones forzadas de los empleados de la cafetería del Palacio y de evidencias contra los militares: "No se descarta que sus cadáveres hubieran sido llevados al basurero Mondoñedo o sepultados en fosas comunes Se incineraron algunos cadáveres, se lavaron otros, se les despojó de sus prendas, se ordenó a algunos bomberos trasladarlos de la escena del crimen, junto con elementos materiales, algunos de los cuales se barrieron, quedando destruidas huellas o eliminadas valiosas pruebas".



vinculo

caracol radio

Pablo Presidente

Revisando la prensa de nuestro país no deja uno de encontrarse con audaces pinceladas; el arte de la desesperación.

En Medellín, hay consternación (¿Consternación?) por la aparición de unos afiches exaltando la imagen de Escobar, postulándolo como candidato presidencial. Veamos la nota publicada en el periódico de mayor circulación nacional:

El Tiempo

Abril de 2006


Investigan quién está detrás de una campaña que utiliza imagen de Pablo Escobar en Medellín

Una campaña de expectativa, el rechazo de unos narcos a la extradición o simplemente una broma pesada para la ciudad son tres de las hipótesis.



En Medellín hay expectativa por la aparición de 200 afiches que tienen el nombre y el rostro del extinto capo del narcotráfico Pablo Escobar y que promueven, de manera simbólica, su candidatura presidencial.

El personero de la ciudad, Jairo Herrán Vargas, aclaró que estas son sólo especulaciones, debido a que las investigaciones para identificar a los autores de los carteles y los objetivos que tenían con esta acción apenas comienzan.

En ellos se lee: “Pablo, presidente. Soberanía e independencia”. Aparecieron el martes pasado pegados en postes y paredes de los barrios Floresta, Laureles ( sector de Bulerías) y El Poblado. También en la estación Industriales del Metro.

“No tenemos nada claro. No sabemos aún quienes los pegaron ni con qué propósitos. No podemos sacar conclusiones apresuradas ni especular”, dijo el secretario de gobierno de Medellín, Alonso Salazar Jaramillo.
Mientras tanto, el gerente de Metroseguridad, Álvaro González, afirmó que no son mensajes intimidantes.
“No sabemos de dónde provienen. Pensamos que no se trata de ninguna amenaza sino de alguien que quiere despertar un sentimiento absurdo”, dijo el funcionario.La investigación del caso quedó en manos de la Policía Metropolitana. La indagación se ha complicado, según funcionarios de la Secretaría de Gobierno, pues en los afiches no hay indicios de autores ni de la empresa que los imprimió.
La Alcaldía ordenó retirarlos porque no tenían los permisos para su exposición en el espacio público.“Sus autores no dejaron pistas, por eso no podemos sancionar a nadie”, explicó Luz Amparo Gómez, jefe de publicidad en la Subsecretaría de Espacio Público de Medellín.
Pablo Escobar murió baleado por la Policía el 2 de diciembre de 1993.

MEDELLÍN

jueves

Pablo Escobar Gaviria y la politica

Para intentar ocultar sus negocios en el narcotráfico, Pablo Escobar construyó muchas obras benéficas para los pobres, entre ellas varias canchas de fútbol y un barrio entero llamado “Medellín sin tugurios”. El proyecto y la obra fue respaldada públicamente por el entonces alcalde de Medellín Álvaro Uribe.[cita requerida]

Impuso su conocida ley de "plata o plomo", por la cual muchos miembros del gobierno, policía y militares colombianos o aceptaban la "plata" (dinero) o les caía una lluvia de "plomo"(balazos).

Se ganó mediante la intimidación el apoyo que lo llevaría a la Cámara de Representantes por el movimiento Alternativa Liberal, después de haber sido expulsado junto con Jairo Ortega Ramírez del Nuevo Liberalismo que había fundado Luis Carlos Galán. Como congresista suplente, fue invitado en 1982 a la posesión presidencial de Felipe González en España por el empresario español Enrique Sarasola quien tenía negocios importantes en Medellín.

De esta forma, en su mejor momento logró acumular gran influencia en múltiples estamentos legales, civiles, económicos, religiosos y sociales del país, de Antioquia y de Medellín.